Patrimonio

Del patrimonio Cultural que perteneció a la casa noble de Tusinos aun se conserva una importante colección de piezas artísticas y mobiliario. Otras desgraciadamente han sido perdidas y expoliadas y también repartidas siendo el caso de la parte que no estaba vinculada a mayorazgo como en cualquier casa nobiliaria de la antigüedad.

Entre las piezas aun conservadas destacan la colección de bargueños, de los más importantes el del palacio de los Cuenllas o el de la cofradía de Camposagrado; piezas de marfil de mamut; el despacho de Bernarda Cuenllas que seguramente perteneció al sacerdote Antonio Miranda; la copa-cáliz de plata de los Castañon Correa; el escudo de Madera de la casa, y retratos familiares.

Varias tallas religiosas como la Virgen Dolorosa de la Cueva o el san Pedrín, talla que fue del desaparecido pueblo de San Pedro de Luna (hoy cubierto por las aguas del embalse) y que fue regalo del obispo Álvarez Miranda a la familia.

Numerosos documentos existen sobre la historia de la casa. Algunos de ellos exhibidos en exposiciones como la realizada en San Marcos en 1908, donde la bandeja de plata de la casa de Tusinos (hoy expuesta en el museo de San Isidoro) y el cáliz de los Castañones causó sensación entre los asistentes.

Entre el patrimonio arquitectónico cabe destacar la capilla privada de la Santísima Trinidad y Tusinos junto con sus sepulcros. El Santuario de Camposagrado del cual son benefactores la familia Tusinos y tienen capellanía, donde uno de sus miembros, Antonio Fernández Álvarez Miranda, escribió en 1653 los estatutos de la Noble cofradía. En dicho santuario reposan varios antepasados como atestigua su lápida en el pasillo principal.

La Iglesia Catedral de Loís con su capilla y sepulcros, realizada por el obispo Juan Ramón Rodríguez Castañón y costeada por la familia y el citado pueblo; capilla en Sorribos de Alba; la capilla de los Castañones en San Isidoro; varias obras pías y ayudas para crear escuelas y cátedras como el caso de la cátedra de Lois o la fundación de la capilla de San Antonio en la Pola de Gordón, fundada a mediados del siglo XVIII por Santiago Robles Castañón y sus hermanos, que forma parte de la obra social creada a fin de favorecer las obras pías y educación de jóvenes sin recursos de la zona.

Un patrimonio cultural extenso que se va ramificando por toda la península a lo largo de más de 900 años con las huellas y obras de los que han pertenecido al linaje y del que hay constancia en la mayoría de archivos públicos de todo el país, y donde el proyecto pretende recuperar dentro de lo posible la mayor parte de piezas o legado que haya podido ser expoliado, siguiendo la pista de inventarios notariales y ajuares que pertenecieron al noble solar.